Mundo de colores en periódicos de estrellas.

 Mis primeras actividades extracurriculares podría decir que fueron algunas como natación, y jamas aprendí a nadar; luego clases de canto cuando tenia 11 años, ¡oh, esas hermosas aulas con ese olor a Venezuela! estuve allí hasta que cumplí 14, cuando me di cuenta que mis sopranos no sorprendían. Empecé con baile y ¡al fin aprendí a bailar salsa y joropo! Luego termine eso y empecé clases de canto de nuevo, pero esta vez viendo clases de teatro los fines de semana; mas clases de cuatro y guitarra. Empecé a escribir cuando tenia 9 años, tras anotarme en un concurso en la escuela y entregar mi pequeña historia llamada "Bailando con la responsabilidad" en donde le puse al protagonista el nombre de Kike, como mi loco tío que a veces visita a mi abuela Patricia, ese tío que siempre lo tuvo todo y jamas lo aprecio, ese viejo que depende de un par de años antes de dejar de ser una molestia, ese tío que cuando llega molesto a casa tras pasar días sin comer, yo le canto una canción muy popular en la "Hora Loca" venezolana, que dice: ¡Kike se murió, hay que enterrarlo, hay que enterrarlo! (hace poco me entere que dice ''Tite se murió ') él se molesta, se muerde los labios inferiores, pone cara de culo y se va; en fin, vuelve el mes siguiente pidiendo comida o dinero. Mi pequeña historia sobre el viejo Kike simplemente fue rechazada por los mediocres directores de ese mediocre colegio; delegando que mi historia era "Muy buena, pero con errores en los signos de puntuación" ¡Por favor pedazos de...!
Mi prima Aly y yo, nos veíamos todos los días antes de irme, crecimos juntas y depositaba toda mi felicidad en ella, para que me la retribuyera con su presencia en mi casa de niñas solas y reprimidas. Jugábamos cosas como Dinero, La Escondite, Metras, La Ere, y un juego muy peculiar de nuestra familia, creado por las chicas de la generación de los 70's, hasta ahora; (aunque mi hermana no lo juega) se llamaba "Chamas", era algo verídico, estar con Aly en mi casa y jugar Chama's; se trata de niñas que se maquillan y se visten como mujeres e imitan tener una vida de adulta, siempre eramos hermanas y yo siempre inventaba las situaciones;- Aly, hoy tu seras mi hermana, tu seras odontóloga y yo seré Psiquiatra, nuestro padre nos dejo una fortuna y cuando murió, y nos tocaba ir a buscar la herencia, tu falleciste de un cáncer de boca; para hacer tu muerte algo muy irónico, decía yo mientras Aly moría de la risa, diciendo que mis historias eran estúpidas. Lo que jamas olvidare eran los días en que fingíamos tener novios y nos besábamos con las paredes, o cada una tomaba un cuarto y lo usaba como casa, a la hora de llegar los esposos cada una en su casa, se metía bajo las sabanas y fingía hacer el amor con seres imaginables, llamados desde Nick, Kevin, Aran, Federico, Erick y hasta Pancho. Tiempos hermosos en que nuestra única preocupación era no tener tiempo para divertirnos, ahora viene y nos sentamos a hablar de amores prohibidos, de decepciones amorosas, de la vida y de un futuro, a veces hacemos postres, ahora tengo meses sin verla y sin escuchar su típica voz chillona y especial.
Muchos tenemos historias que son fascinantes, a veces imposibles de creer, algunas sobre anécdotas extremas, como esa vez en que me prendí la mano en fuego luego de mojarla en alcohol; otros tienen sus cuentos de dolor, pero sea el cuento que sea, con moraleja o sin nada en especial; para mi, todos somos lectores y escritores de nuestra vida, cada quien toma su pluma especial y escribe su propia historia cada día. Yo los leo, al escucharlos e incluso formar parte de sus experiencias, porque cada vida es un cuento, cada cuento una historia, cada historia una vida, y cada vida una persona, una persona que esta en el mundo de colores, en periódicos de estrellas.   

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