Perlas, piratas

Que asco estas manos, la sangre se mete entre las uñas y cuando seca se cae pedacito tras pedacito, negra, casi vinotinto.
Extraño tus manos.
Parca morta, parca morta.
No sé qué me pasa chama, no se qué me pasó, los niños jugaban en el parque y chupulun, niño flotando boca bajo en la piscina, cabecita mojada que sobresale en el agua, cabellos tentáculos, medusas tentáculos.
Humareda blanca que esconde golpes, mis ojos malditos ven a León salir de toda esa tela blanca, disipada a los minutos. Parca morta.

Han tejido una ciudad dorada, ¿puedes imaginártela? edificios comerciales en el área alta, rodeado de vegetación amarillenta, anaranjada, tejidos gruesos de dobleces finos con cerdas brillantes, broncíneas, dorado espectacular. Residencial al oeste, militar al sur, parca que teje lindo, bien lindo, ciudad planetaria que destella.

En mi mano tengo una piedra, ámbar preciosa que aprieto y siento como la piel de los dedos se pega, suda sobre sus paredes. Ciudad dorada que yace apacible dentro de una piedra traslucida. Quiero que estés en la puerta de mi madriguera, quiero que colosal hagas temblar la mesa, me embistas en tu mueble y sutilmente digas que me extrañaste, que no soy este pedazo de tierra seca. 

Parca morta que teje
 ciudad dorada se calcina
Manos que rechazan sus fauces
Perros fieros asesinan
Jezabel, Jezabel

Mi vida, mi sol, niño lindo de cabellos dorados, una joven de faldas anchas que te recibe y entre escenas y juegos te rechaza. Sus ojos cubiertos por sombra negra, especies marinas que flotan boca arriba en la marea, lluvia, nubes, humareda espesa. Siete lunas, siete soles. Parca morta maldita, León te extraño, te extraño como si fuésemos estado una vida entera. Tus mujeres me saludan, en esta guerra me esperan, indolencia que cautiva, me ignoras y quema, como Caracas, sus faldas queman. Cinturón de hebilla roja, arde y es perpetua, la pena, manos que cubren y calientes arden, son perpetuas. 

Charco de sangre entre humareda blanca
 golpe seco de sustancias químicas contra la madera
el metal, lo seco del metal caliente en la carne
una ciudad dorada que se quema, 
Caracas, Caracas de cenizas negras

Conocí a León, libros, café y pelo de gato, siete lunas, siete soles, la aguja fría de tinta negra, su brazo de tinta negra, flores, flores, anónimas flores, maldito León de tinta negra. Pulpo de tentáculos morados que abraza, lengua fina que enferma, escupe y complace, con sus manos aprieta y los labios se abren y seducen, se pasean entre mis piernas ¿de verdad no me extrañas ni un poquito? ¿no me extrañas mientras Caracas se quema?

A Jezabel se la comieron y solo dejaron sus manos
perros blancos y de pecas
 manchas de tinta negra
Siete lunas, siete soles
Dioses griegos y de estrellas
Fantasmas distorsionados entre nube negra
Caracas, Caracas de muerte y tinta negra

¿Qué viene después de ti?
¿Quién viene después de brazos de tinta negra?
Lienzo de piel blanca
permeable, que el amor se lleva

León no hay nadie, no hay nada que supere un paso colosal de tu embestida
de tus manos como reacción en cadena
mariposa que aletea, me asusta y aletea
León me lleva, esta parca morca me asusta y me lleva

Lloro león, lloro 
Que me perdonen los Chielos
asteroides y estrellas
Caracas, Caracas se quema

Febrero de sentir en secuencia, plurisensorial, multisensorial, extrasensorial, back in the days: suspiro de tinta negra, me arropas con brazos de tentáculos morados, esporas de setas negras, pulpo vinotinto de lengua seca, León, una parca, una parca mientras Caracas se quema. Soy secuencia, estoy en desfase, voy por la plaza y aun veo tus ojos como si fueran de piratas perlas, entre el humo y la maleza, entre tréboles de cuatro hojas, tréboles mi vida, un sol que con rayos chiquitos alimenta florecitas desconocidas, de colores, aroma de chupeta.  

Viajes a través de los planetas
te deslizas sobre un anillo de saturno
llamas mientras Taro espera
me voy, me quedo si Caracas se quema

Niño que entre risas esquiva un abrazo, niño de cabellos negros como noche sin estrellas, de ojos pequeños y mujeres plenas, de mi, siendo nadie en esta tierra, porque mientras voy y vengo Caracas se quema, mi vida Caracas se quema. Ayúdenme que no sé lo que hago, cuerpos que volteo, sangre que gotea, mis ojos insensibles, parpados de luz tenue, saliva agria, seca. 

Siete lunas, siete soles
Parca morta
Ciudad dorada que al hacer el amor se quema
sin risas sin penas
parca morta maldita de hilos negros 
disfraz de amigo, de hermana. Siniestra.

No puedo dormir León, quiero dormirme a tu lado, quiero saber que estas en cada imagen, fotograma por segundo que desvela, León que no duerme, insomnio de parca morta que lo aleja, lo aleja de humareda blanca que ciega, mientras Caracas arde, Caracas se quema.

       León te quiero, por favor si parca morta
          hilos negros de ciudad dorada que quema
    quédate donde estás
          no vuelvas, no vuelvas 


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