De ayer.

Lo demás es predecible, como que ella tomara tu lugar de esa forma tan sutil, sin mas ni menos. Es que ambos lo sabíamos, yo siempre volvería a aquel campo de margaritas porque en tus colinas solo hay pavimento; no me gusta. Ella me dice que te menciono demasiado, que probablemente a todos los he mencionado mas de una vez ¿le dolerá? Y tu lo sabes ¿no? que todas las excusas que tomaste por razones, no fueron mas que simples hechos que jamas iban a encajar con esta historia, y lo sabemos... tu buscando un él, yo buscando un ella. Al final me contaron que estuviste en donde ya el sol no llega, y que hablaste con ella, que aguantaste todo eso que esta escrito un poco atrás, a donde quedo aquella preocupación tan grande con respecto a tu boca cerca de esos suspiros, como los de ella, ¡Dios! estos suspiros toman los tuyos y bailan con ellos hasta dejarlos al frente de un enorme pelotón de fusilamiento y sucede, ella me aprieta, con las pecas en sus manos, sus cejas yendo a 5 kilómetros por hora en esas colinas pavimentadas mientras entre gemidos nos burlamos de ti, porque tu lo hiciste hace poco, cuando las flores de un 5 en el 12 empezaban a desteñirse, cuando te sentaste a su lado (la rubia mi amor, las rubias mi vida)  y la buscaste hasta que ella te encontró, un poco despistado (yo me lo creí) y lo hizo (o eso fue lo que dijeron que hizo) ¿te opusiste a eso? (así como dijiste) no lo sé, porque realmente dudo que vuelva a creer en una boca pintada de rojo, una maldita boca pintada de rojo diciéndome con esos ojos de ensueño que quiere dormir conmigo, que quiero oler un poquito ese aroma que le trae tan pésimos recuerdos, de cuando le pertenecía, ¡ay niñita! pobrecitas tus noches sin lunas cuando tus labios sabor a nicotina no podían contenerse las ganas de bajar... bajar... a donde tu sabes que él estuvo con sus mentiras y la carita de charlatán diciéndome que todo estaba bien que le dolía mucho ¿de verdad te dolió? porque mucho pueden decir que te duele, que te mata, que te piso y te escupo mientras dices que ella (la rubia, las rubias) se iban sobre ti y no pudiste contenerla sino que en mi mente (así como en esta película) la recibiste así como lo hiciste antes conmigo, un día a 28 kilómetros por hora con cianuros tocando guitarra; y yo volvería a verte, a quitar de tus ojos esa visión nocturna de lo banal, de lo asqueroso. Entonces sucedió así, yo iba tras ella mientras tu estabas en ese sillon, probablemente pidiendole consejos de algo inutil (como esta situacion) y recordandole lo mucho que te han hecho sufrir, que debe tener un poco de lastima hacia tus ojos, tus lindos ojos, y su gran cosmos sin explorar, eso que quieres conocer, eso donde quieres estar, y por qué, por qué te mientes a ti mismo si yo nunca le creeria a tus mentiras sin antes creerte a ti.
Y tu sueño era un perro buscando su cola mientras te abraza en el porche, mientras mirabamos un arbol sin hojas que temia lo venidero, temia lo que ya fue, y lo sabias, sabias que lo que paso (que pasa ahora) era algo que ambos debiamos sentarnos a dibujar y localizar bien las estrellas en sus respectivas constelaciones porque mientras yo te decia que necesitaba una mas, tu creías que yo iba a irme con ella.
El final es mas de lo mismo, tu diciendo que sientes algo cuando ni sabes que es sentir de verdad, por mi parte caigo en sus brazos llenos de oidos, donde estas noches me encantaría estar, ¿les dijiste lo que te dije? de que posees un corazon tan grande ... No se finalizo. 

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