Monet.

Me llamo Monet, tengo 17 años; aunque yo opino que si algún día Dios me exprime como a un coleto viejo, todas mis entrañas derrocharan amargura. Por lo tanto opino que tengo 17 años viviendo una vida que me saca la piedra muy a menudo y me hace sentir tan joven como de veinte y tan vieja como de ochenta.
Mi vida no es nada peculiar o diferente a la de otras jóvenes de mi edad, creo que eso de intentar ser diferente es simplemente caer en lo igual. Me gusta la literatura, la historia que esconden los poemas, las desgracias de las novelas y todo aquello que recae en la historia, porque siento que de tantos mentirosos, el mejor registro que queda de ti es aquel hecho por ti mismo. Mi actividad favorita es observar a los que me rodean, me gusta imaginar cómo son sus vidas, cómo se sienten y compararlo en cuanto a cómo son con ellos mismos,en cómo actúan y se relacionan con los demás. Mi lugar favorito siempre fue la escuela, no sería maestra porque honestamente no tendría éxito en eso, pero me encantará algún día ser madre para ser la mejor maestra de mis hijos. Mi vida no es tan larga pero siempre he intentado vivirla al extremo. Una vez rete a mi misma a asistir a clases diarias de Cómo Ser Una Buena Persona y obviamente, las clases aun no han finalizado. En cuanto a la amargura con la que empece a describirme, podría decir que es consecuencia del tiempo libre que malgasto pensando en mis errores y en cómo y porqué todo en mi vida gira en torno a una casualidad, sobretodo, el hecho de que mi memoria es infalible. Hace poco descubrí que poseo una memoria muy buena, porque no solo recuerdo selectivos hechos a la perfección sino que también me viene al alma el vació del dolor y de la pena que estos me causaron. Como aquella vez en que perdí a una importante amistad, o cuando el hombre que amo miró con más amor a su pasado, cuando mi país pedía a gritos salvarlo, o sobretodo aquella vez en que yo misma fui causante del pensamiento lógico que decía: Monet, eres inconforme, malagradecida, mentirosa, déspota, engreída, narcisista, egoísta y sobretodo una gran hija de puta.
Porque supuse que si en el mundo tus errores los comentan a tu espalda la mejor persona para destruirte con lo que sabe que eres, eres tu y nadie mas. 
Fue ese día, ese dolor, ese recuerdo, el que me quedó grabado en la memoria y que siempre sale a relucir cuando me doy cuenta de que pido a gritos no estar sola pero no me esfuerzo con quienes desean quedarse conmigo. Es que en esta situación opino que las demostraciones de afecto de aquellos libros, son exactamente las demostraciones de afecto que me gustaría compartir con otras personas; un hola educado que no necesite de una larga charla sobre mierdas personales tan solo para ponerse al día, o quizás tan solo el simple hecho de no requerir tantas emociones para quedar al descubierto.
Sé que lo esperado a leer sería que no tengo pareja, o que estoy sola ahogada en la monotonía, pero no, estoy enamorada, y mientras releo lo que escribo me doy cuenta de que no son lineas adecuadas para alguien que desborda de amor, pero no me importa, siempre he intentado ser objetiva sin reprimir lo que siento, es decir, no debo dejar de ver el mundo como lo interpreto nada mas por el hecho de estar enamorada. Pienso que el amor para mi es éxtasis. Un día deje de ponerme en primer plano y descubrí que mientras lo que piense de mi no me destruya yo seré feliz de cierta manera, por eso, deje de interesarme por conseguir un hombre adecuado y anduve sin intenciones de obtener nada porque ya había dado demasiado, él llego a mi vida en búsqueda de lo que ambos necesitábamos; yo un buen amigo y él, alguien que lo amara de verdad, porque dudo que luego de tantos demonios en catálogo, alguno haya apreciado el color de sus ojos. Para mi esta relación es éxtasis, para mi él es indispensable, porque en los momentos de teorías absurdas, nos besamos, sé que no necesito pensar en nada que me haga sentir en pena, sino disfrutar el infinito éxtasis.
Hace pocos años establecí en mi vida las Reglas Infinitas De la Cero Vergüenza, no temo decir lo que pienso, mientras que soy selectiva con lo que digo; las personas son muy delicadas y sé que no soy la única con buena memoria a la cual le duelen opiniones de otros, por eso sé claramente que dichas reglas aplican en su máxima plenitud en satisfacer mis requerimientos. Deje de verme como una inútil, bruta, bastarda de tez oscura y me hice creer a mi misma que podía ser mejor en comparación a como fui antes, no me interesa ser o no ser mejor que alguien mas, mis opiniones van hacia mi, porque bastante que abrí la boca para simplemente terminar siendo vista como otra mediocre. Por lo tanto es bastante obvio que un poco de soberbia tuvo que suplir aquellos años de desconfianza, porque entendí que la principal naturaleza del ser humano es ser egoísta e inconforme,pero sobretodo, ser victima.
Soy muy afortunada, siempre lo recuerdo, junto con el hecho de que es importante agradecerle al universo toda esa fortuna, porque ya él esta cansado de que sólo le pidan.
Mi nombre es Monet y tengo 17 años, a veces no estoy en ningún lado de la balanza sino que depende de mi balancearlo todo; podría decir que no sé si soy o no soy una persona feliz, pero sé que cuando todo lo que me agrada se une y las casualidades son buenos motivos, lo demás es irrelevante.


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