Reflexiones.



Una mujer estaba chismorreando con una amiga sobre un hombre que apenas conocía. Sé que ninguna de las presentes ha hecho esto. En la noche ella tuvo un sueño. Una gran mano apareció sobre ella y la señaló. Inmediatamente se sintió invadida por una abrumada sensación de culpa. Al día siguiente fue a confesarse. Fue con el viejo párroco, Padre O´Rourke. Le contó toda la historia.
 ¿Es el chisme un pecado? - le preguntó al anciano. ¿Esa era la mano del Señor Todopoderoso la que me señalaba?. ¿Debería pedirle mi absolución Padre?. Dígame, ¿hice algo malo?.
 ¡Sí!, le respondió el Padre O´Rourke. ¡Sí! ¡Ignorante y malcriada mujer!. ¡Has levantado falso testimonio contra tus vecinos¡. Has jugado livianamente con su reputación y deberías estar profundamente avergonzada.
Entonces, la mujer dijo que lo sentía, y pidió perdón. ¡No tan rápido!, dijo O´Rourke. Quiero que vaya a su casa, ponga una almohada sobre su techo, corte la almohada con un cuchillo y regrese a verme
. Así que la mujer volvió a su casa, agarró una almohada de su cama, tomó un cuchillo de su cocina, subió al techo con una escalera y apuñaló la almohada. Y volvió a la parroquia como el sacerdote le había instruido.
 ¿Destripó la almohada con un cuchillo?, dijo él.
Sí, Padre
¿Y cuál fue el resultado?. ¿Plumas?, dijo ella.
Plumas, él repitió.
Plumas por todos lados, Padre.
Ahora quiero que vuelva y recoja hasta la última pluma que el viento se llevó.
Bueno…, dijo ella, Eso es imposible, no sé adonde fueron, el viento las desparramó.
 ¡Y eso…!, dijo el Padre O´Rourke, ¡Es el chisme!.


Sermón del Padre Flynn, de la película La Duda. 

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