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Extrasensorial

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Te ves minúsculo bajo el manto de luces, bajo la luz que viaja por años y te ilumina la cara, sientes que giran y abres los brazos como apretando constelaciones y sigues con los ojos en el cielo y besando estrellas. Estas de pie a un lado de la carretera, con la vista a donde el rocío acompaña al alba e ilumina en tenues tonos amarillos y verdes el nacimiento de la montaña, lo observas con los ojos bien abiertos y sé que estas introspectivo, ausente, tu cuerpo inerte pero tú por ahí, en algún lugar.  Mis labios se mueven y articulan, te hablo de la sensación de sentirme ajena cuando me veo frente al espejo, durante minutos me examino, mi nariz, mis cejas, la boca, los ojos, veo mi ojos y me siento, siento que eso que veo esta en mi cuerpo o que yo estoy dentro de eso que veo, de esa nariz desviada y la boca profanada, me veo y me siento, me siento en mi cuerpo y mi cerebro visualiza un espacio infinito y extenso, negruzco e inagotable, en el que lo micro y lo macro convergen y

Onomatopéyico

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 Hasta ese año me la pasaba viendo a Isabel recostada del lavamanos. Le daba la espalda al espejo entonces yo podía ver su pelo negro y liso moverse mientras hablaba. Me regañaba como la ultima vez. Estábamos en el baño y se puede entender que yo estaba recostada de la pared que da hacia la ducha, cosa que me da mucho asco pero me deje llevar. Ella me escuchaba con atención y asentía repetidas veces, como la gente que ya está más que clara de lo que le estás hablando y solo espera que dejes de hablar. Le dije que el tema con León estaba finalizado y que ahora me sostenía a la idea de recuperar mi ecosistema. Ella se puso contenta, se le hizo un pliegue en el cachete mientras sonreía, volteé mi mirada hacia el espejo para verle el pelo y justo se fue. Ya no estaba recostada en el lavamanos y mucho menos reflejada en el espejo. Quería  contarle que el día que conocí a Dylan le dolía mucho la cabeza y a pesar de decirme que no quería una pastilla cuando se la ofrecí, me fui a la casa pens

Verdandi

Sigo caminando descalza sobre la grama mojada, siento como pequeños animalitos y gotas de agua se adhieren a mi piel. Cada vez que pienso en la rata visualizo un mundo verde y azul, tornasol, turquesa, de tortugas e italianos, que saltan y huyen de monos despavoridos que también huyen de algo pero ninguno sabe de qué. Sigo caminando en la grama buscando el pequeño rio que cuando yo me vuelvo chiquita es grande y me arrastra, voltea mi kayak y mientras me ahoga, me hace recordar porqué estoy ahí. Hay una rata en una caja, la rata esta mojada y pueden verse los vellos negros muy pegados a su piel, su cola larga y sus ojos cerrados; nunca pensé ver o imaginar una rata con los ojos cerrados, apretados, las patas apretadas. La caja es pequeña, de unos 25 centímetros de ancho por 15 centímetros de alto. Anoche llovió y la corriente del río va a 4 metros por segundo,  11 de agosto del 2019 Después de esta entrada intenté escribir AMOR AMARILLO, otra entrada fracasada iniciada en noviembr

Dedos pegajosos

Cuando tenía 14 años mi abuelo me regaló dos loros reales. Recuerdo que mi primera impresión fue de asco, eran un par de bolas de plumas grisáceas, ojos saltones y un gemido extraño. Los alimentaba con harina de maíz remojada en agua, limpiaba sus heces esparcidas por todo el patio, les acercaba el pico al bebedero y jugueteaba con ellos todo el día. Al cabo de unos meses sus plumas empezaron crecer verdes, azules y rojas, algunas con manchas anaranjadas. Silbaban canciones de Los Billo's y entre alaridos y gritos, crecieron hasta convertirse en unos papagayos de colores brillantes. Sin surcar los cielos poseían la libertad de las nubes, andaban en hombros, revoloteaban entre cortinas. Ciudad de edificios oxidados, lluvia ácida, callejones de gas y sinuosas calles que finalizan en bulevares, antros y panaderías, al girar El Ávila, calle abajo no hay nada, un carro parqueado y los chicos sumidos en la misma rutina. Resguardo bajo faldas, pancartas de diminutas élites comunisto

El evangelio de John Hurt

Me estoy buscando. 

Al otro lado del río y entre los árboles

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De zdzislaw Beksinski Soy los restos de un transeúnte que divagaba por la maleza de un campo baldío, debajo de la multitud que flota, sumida en mi incoherencia, turbulenta. Fantástica, victima y justiciera de mi camino. Imperativa, alzo la voz y las niñas obedecen, bosques tras praderas, trópico de cítricos; con sus manos arrancan frutas y las recolectan en pocillos de cerámica, manzanas y peras, albaricoques y duraznos. Coral, Coralillo y Concha de Piña entre uvas y frambuesas; muerte áspera, mansa. He decidido suicidarme. Como si fuera un evento cualquiera, decisión de viernes en la tarde que deja a un par de cuerpos refugiados por la lluvia, queriéndose demasiado. El libre albedrío de tomarse un par de minutos, sereno y calmado, optar por la opción menos convencional, la llamada cobarde y de puesto fijo en el segundo giro del séptimo circulo, picoteado por arpías durante toda la eternidad. Resulta paradójico, en el acordeón de la historia fijar una opinión certera, aser

Camino de tréboles

Himno del amor El cielo azul sobre nosotros puede desplomarse Y la tierra, bien puede abrirse. Poco me importa, si me amas. Me da igual el mundo entero Mientras el amor inunde mis mañanas Mientras mi cuerpo tiemble bajo tus manos. Poco me importan los problemas Mi amor, porque me amas. Iría hasta el extremo del mundo Me haría teñir de rubia, si me lo pidieras. Iría a descolgar la luna Iría a robar a la fortuna, si me lo pidieras. Renegaría de mi patria Renegaría de mis amigos Si me lo pidieras. Bien pueden reírse de mí. Haría cualquier cosa, si me lo pidieras. Si un día la vida te arranca de mí Si mueres, si estás lejos de mí Poco me importa, si me amas Porque yo moriría también. Tendremos para nosotros la eternidad En el azul de toda la inmensidad En el cielo, no más problemas. Mi amor, ¿crees que nos amamos? Dios reúne aquellos que se aman.                                                    De Edith Piaf                    

Huesos rojos

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Junio jupiter, jupiter I lost myself on a cool damp night Gave myself in that misty light Was hypnotized by a strange delight Under a lilac tree I made wine from the lilac tree Put my heart in its recipe It makes me see what I want to see and be what I want to be When I think more than I want to think Do things I never should do I drink much more that I ought to drink Because it brings me back you Si me fuese quedado contigo habría citado a Celina en un café barato de la Av Paz, hubiese usado algún vestido corto y collar de perlas crema, una sonrisa plena, embargada de alegría. Le fuese sugerido ampliar sus horizontes, cambiar gatos persas por perros, cachorros de pantera.  Un par de días después, ya sabiendo su respuesta, habría llamado a Adamas y le hubiese comentado la verdad, la vía láctea de la verdad, ácida y retorcida, una locura haber estado en sus brazos imaginando los tuyos y que una vez que eso sucediera tu me fueses jugado con lo mi