Panaderías en la luna

Empty canvas, pretty canvas, sonries, giras para mí, subes, bajas, un mechón tras la oreja y la sonrisa vasta de alegría, estás y complaces, te entregas y presentas como un capullito a punto de retoñar, tuqueques y periquitos van a tu encuentro, espectadores aplauden mientras debajo de tus brazos comienzan a nacer pétalos blancos, naranjas y rojos que se bañan con el rocío de la mañana. Eres un hombre sincero de facciones delicadas y un pensar drástico y determinante, por eso mientras tus hojas me arropan, a mí, un bichito de caparazón rojo bailando entre tus esporas, voy girando los diamantes en mis ojos, les doy vueltas para alternar y contraponer imágenes, una sobre otra, con la misma secuencia, las voy bañando de brillo, quito opacidad y añado canales, filtros de colores y texturas.

Mi favorito de Klimt
Ahora te veo como lo que eres, no necesito mencionarla, mis piedras preciosas te esculpen, cada parte de tu cuerpo, pretty canvas y canto, lleno de aire mis pulmones y la voz sale en un susurro ameno que desea estar a tu lado, ojalá me quisieras a tu lado. Espuma en la orilla de la playa, donde el mar se une con la arena y le da paso a las profundidades; no me quieres para ti, no obstante, yazgo en tu cama donde me siento feliz, al lado de las palmeras que se mecen con el viento, donde los chirridos de los pajaritos nos despiertan y el Ávila nos arropa, nos seduce con su falda para confinarnos al espacio que es nuestro, nuestro porque yo soy tuya, me entregué a ti y, en mis manos nace arena, sale por entre mis dedos y cae al suelo, es mucha arena, toda esta arena mi vida, mi sol, arena que me cubre y no deja que me veas, arena por este vacío y el dolor en la boca del estómago consecuencia de tu ausencia, tu indiferencia, arena.

La vida para mi es sentir la dicha y el calor de los rayos del sol reposar en mi cuerpo, para mí la vida es ver el amor en esta ciudad que se quema, es la solidaridad y el ser benévolo, honesto y tolerante, es la democracia que está ausente y se necesita, son las ganas de luchar, quedarme aquí y pelear, gritar por libertad, igualdad y libertad, exigir el futuro de luces en el pavimento mojado y la vida de adulta que imaginaba para mí, la vida es esto que es ahora y no me gusta, no nos gusta, es este sonar de sirenas y niños asesinos, hombres de alto cargo que ignoran el hambre y reverencian las alabanzas, es ser feliz pero no sentirme feliz, es despertar y desear no haber despertado, es añorar el pasado y vivir en desesperanza, resignarse a lo que hay y a lo que se puede hacer con lo que se tiene, es ser feliz pero no sentirse feliz, similar a estar a tu lado. 

Hoy soy amistad, mujeres que se abalanzan sobre mí con la boca llena de alegría, entonces ríen y lloran, pero se quedan conmigo, hablan de esto y lo otro y entre si se empujan, pelean por estar a mi lado. Visualizo pistas de audio con imágenes ralentizadas de cuando al lado de Peter sonreía, porque estaba feliz, me sentía feliz. Mujeres que se quedan y cuido, les recuerdo día tras días (incluso los domingos) que está listo el café, que lo hermoso de una persona no está en cómo luce al atar su cabello o al mirar el horizonte desprevenida, su inteligencia y el amor por el arte y la vida son más importantes, crecer lo verde entre las dendritas y que el intelecto florezca neuronas, dejar que el oxígeno congratule, dé la bienvenida, que sean seguras de sí mismas y no mendiguen amor, no se echen a morir por nadie.

Siento que he sentido lo suficiente como para cada día darme cuenta que esto, aquello, lo que pasa a través de los tubos y circuitos es una copia, un sentimiento semejante al anterior, un espejo de matices color marfil, decolorados que representa una versión del primer sentimiento, de la entrega y la humildad en la espera, el beso que resulta sosiego y la calma con tu presencia, comodidad y paciencia, tolerancia y experiencia, lo que es ahora se mide en minutos y dura un par de semanas, a veces se extiende a meses y es pobre, se endurece y no florece, se desgasta y no crece y, como lo que no se espera duele, como la traición duele, convierte al corazón en un espía, un elemento del sistema que sobreanaliza y no se entrega, no permite un correcto funcionamiento.

Mi favorito de Klimt

Quiero que tú me quieras como yo te quiero, como adoro y enaltezco la vida, a pesar de que a veces voy por ahí citando Wolf, leyendo Plath, encontrando cierta estética encantadora, a pesar de lúgubre, en el drama y en cómo se quitaron las vidas. Me enseñas, tú me enseñas, me apartas y me das mi lugar, un circulo rodeado de paticos y sapitos que me señalan, me observan mientras aprendo. Analizo, reflexiono, necesito estar en casa, ser parte de este Flujo Cíclico, monótono donde la paciencia y tolerancia premian, te enseñan que la recompensa está en lo que poco a poco vas construyendo, voy construyendo: una noche donde me siento feliz, donde soy feliz, junto a mis mujeres, la amistad, la familia y la vida siendo vida, latiendo sin necesidad de detenerse a pensar en eso, me siento optimista.

Ser paciente porque te espero, espero tu respuesta, tus mensajes, que pases por el pasillo en la mañana, me beses sobre la mesa donde los millonarios ríen, maldicen y lloran, que me esperes en la salida donde siempre paso minutos luego de que tú te vas, abatida, arrepentida, por lo que pudo pasar si fueras marcado, si yo lo hubiera sugerido, sin miedo a tu rechazo, si yo fuera sido paciente. Entonces tolero, soy un personaje indulgente quien tiene mucho amor, la verdad dentro de mi hay mucho amor, perdón, como el viento me lleva a tolerar, de este modo, entiendo y respeto tu tiempo, tu espacio y la forma, la manera en que me tratas, abrasivo, antipático y sin amor, una mano que extiendo y no recibe otra, caricias que solo se manifiestan si vamos a hacer el amor, entonces me preocupo, soy nervios por pensar que yo podría cambiar, ser fría y despreocupada, por forzarme este sentimiento, amoldarme a tu cuerpo, que no me recibe, no importa cuánto llore no me recibe.

Para mi es dicha, jubilo y avance, cuando tu mano se posa en mis muslos sin yo haberlo esperado, que sonrías para mi despreocupado o sugieras una tarde juntos haciendo nada, sentirte ahí a pesar de que no lo estas, de que te he imaginado todo este tiempo, poniéndote voces y añadiéndote personalidades, colocándote disfraces o ademanes, memorizando tu fragancia, el sabor de tu boca, tu saliva que salpica y tus manos que entre el placer agreden, complacen y agreden, nadie lo ha hecho como tu. 

No hay culpables, nunca hay culpables cuando el café deja manchas en la tela, cuando alguien es lo que es, se presenta ante ti como un ejemplo definitivo de lo que ha vivido, aprendido, de lo que piensa y quiere para sí mismo, there’s so much self love in you, por lo tanto, el karma solo perjudica a los verdaderos culpables, víctimas son culpables, dedos que apuntan, por ser lo que eres, sentir lo que sientes no eres más que una florecita que abre sus pétalos en mi campo de tréboles, donde quisiera arrancarte y secarte para mí, hacerte perdurar tanto como pueda, por todo lo que me abrumas, por todo esto que me haces sentir, seguir allí, reservándome para ti, hasta el día en que no quieras esto, hasta el día en que yo encienda naves espaciales, me vaya más allá del cielo. 

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