Querer querer y querer sanar



     Extenso y escabroso es el camino que lleva del infierno hasta la luz. -Milton, El Paraíso perdido

Ay que triste, ayer encontraron el cuerpo de la Maga reposando en una nube, tanto que creí que se iría al infierno. Términos irónicos y menciones fuera de lugar, como decir que fueron las nubes en donde vieron bailar sus cabellos,o que llego hasta allá arriba usando una escalera, cuando los de la esquina aseguraban que la sacaron de su casa con la lengua afuera, luego de pasar colgando del techo unas 12 horas; yo les dije que ella optaría por algo menos forzado, y que iría a los rieles del metro, se uniría al club de los arrollados. 

Los chicos en la cena decían que en la madrugada a eso de las 4:00 am tomo unos cuantos pinceles y se decoró las venas, pero no hubo sangre y su cabeza nunca colgó de la esquina de la cama. Tenias que ver cómo lloraba, la forma en que el cielo dejaba caer agua y la calma se iba a raudales, yo pensé que pudo haber sido porque nos veíamos a eso de las 3 de la tarde, lo justifique con el hecho de que es así porque a esa hora no hay tanto sol en el banco del  parque; somos de esas a las que les gusta caminar. 

En el cuarto del lado insisten en que se lanzó del 5to piso, que su cuerpo ni siquiera toco el suelo cuando ya estaba acostada en una mota de algodón, y desde allí escuchaba, se balanceaba, miraba cuando le insistían a las niñas que se vistieran, que se tenían que ir. Lo peor fue escuchar a quien da las ordenes decir que el temblor tumbo los vasos, y cuando se cortaron sus manos, ay sus manos, al poner los vidrios en papel periódico se fueron unas cuantas gotas de vino, de vodka, de sangre; y yo me tape los ojos, empujaba los dedos hacia las órbitas y ahí estaban, esas formas abstractas, como de colores. 

Quizás es tarde, ayer era muy tarde, y aun ellas pensaban si tomar sus cosas y partir, vivimos viendo el reloj y contando el tiempo, mientras que siempre estamos juntas, siempre vamos de aquí para allá; pero no es una competencia, no, yo estoy segura que no es una competencia, ¿cómo seria una competencia? eso es imposible si ya existe un ganador. Entonces es en este momento en el que una señal prende sus luces, y advierte de la falta de consciencia, de sentido común.

Para el café durante los actos póstumos, se comentaba que se ahogó en una bañera del piso 7, que dejó una carta en mi mesa de noche; pero yo nunca la tome, es que había tanto polvo, yo no podía respirar. Les insistí en que aun podía repetir lo que dijo, como que nos morimos, que nos morimos hace unos días, cuando nos quedamos esperando una llamada, al volver a la casa y tener tanta ira encima, tantas ganas de que hablen, de que digan que se murió, que se acabo, y que mañana podremos vestirnos de negro, porque nos quedamos esperando, esperando que la situación mejore.

Y cuál es el gusto de andar así, considerando tantas posibilidades, irnos o no, quedarnos y seguir, levantarnos a encender la luz o dormir en plena oscuridad, voltear la almohada por el lado frió, dar una vuelta y conseguir una pared, o quejarnos de la cotidianidad, mantener la rutina y esperar el domingo para ir a la iglesia, entrar, persignarnos e irnos apenas suena el celular, apenas entre una llamada en la que te dicen que se fue, que esta acostada en una nube y no llueve.

Y si, le escribió una carta, al menos eso dicen las del frente, y la publico en el periódico, en la sección de los obituarios. Era un comunicado bastante conmovedor,  decía que ella había muerto, que había muerto hace unos cuantos días, y que por favor le hicieran saber al muchacho del café de los viernes que ella cambiaba las sabanas todos los sábados, que se quedaba en el cine hasta que acababan los créditos, que siempre esperaba a que todos bajaran del ómnibus, que no se desesperaba con las deudas, con el pago de servicios,y que si, se arrepentía de no haber vivido cuando debió.


Pero no había nada malo con la espera, sino con la falsa esperanza, esa ruin y que llena de tanto desdén, como que te insistan en que podrán andar en el auto con los brazos abiertos en medio de la autopista, y balbucear tu canción favorita porque el tiempo se acaba, se va, no hay espacio para otra canción, o para decir que lo que dijo estaba bien, que gracias por la confianza, los días, el espacio, las llamadas, y el interés, porque para qué, si lo que sientes hoy es temporal, sino fíjate, ayer eran las mismas ganas pero hoy son otros ojos, otros cuerpos.



Y que linda se ve la Maga vestida de azul y el encaje rojo, sentada en las piernas de quienes tienen cadenas atadas a los pies y van por un camino enmarcado por clavos, y no voltean, no pueden voltear.


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