¡Cómo sufren los niños!


Desde ayer lo niños no crecen, y sufren las partidas y viven en desesperanza. Quisiera que tu fueras ellos y que yo fuera ella, ya sabes, todos saben, ellos que bailan y cantan cuando me los imagino, cuando les digo que íbamos juntos en el auto, tu mano sosteniendo la mía, tanto frió, y los niños lloraban cuando hacía dos minutos reían con nosotros y señalaban el brillo en tu cara, tus ojos mirando derredor; porque no me miraban a mi. Y ella, como si fuera muchas imágenes contenidas en un solo momento, robándote la miraba y toda la atención, toda tu preocupación; quisiera estar ahí.
Ayer creció y seguía diciendo que todo lo recordaba tal cual lo aprecio la primera vez, ''¡como sufren los niños! me decía, con ese tono lleno de tanta parsimonia, y se sentó a mi lado, me dijo que para retratarla tenia que aprender a acentuar, que su historia tiene muchos matices, pero nada en lo que se pueda afincar, ningún evento trágico, ninguna pérdida dolorosa, así como tampoco le han faltado las dichas y los momentos amenos. Antes pensaba que no tendría con qué llorar en las noches porque al ojear su vida de forma introspectiva lo que menos veía eran pesares, sin embargo, hay días y noches en las que se pone a pensar que en el mundo hay muchas personas que se sienten solas, mientras hay quienes las quieren y las aman; es una pena.
Que ellos te son leales, siempre dicen la verdad y se ríen con tantas ganas, como si el mal y el dolor y el pesar no existieran, como si todo fuera el aquí y ahora, el aquí y contigo, y corren cuando llegas y se quedan justo donde están cuando te vas, te observan y por dentro se desmoronan, se van desintegrando pedazo a pedazo, justo como lo hace la espera y la impaciencia, y la ira y el dolor.
Mis niños reían en la mañana cuando llamaban a las aves, ¿cómo podrías saberlo? si tu no estabas ahí; escuchaban sus cantos mientras regaban las plantas y tosían cuando yo llegaba, porque al abrir mis brazos con el ademan de saludarlos dejaba una estela de humo que los envolvía, les susurraba que ¡si! al fin descubrí que la belleza tiene que ver con el carácter y que no importa cuántas bestias hayan en el mundo, nada puede causar más temor que decir la verdad y que no te crean. 


 agosto 8, 2013
''Siento que soy muy afortunada, y siempre lo recuerdo, junto con el hecho de que es importante agradecerle al universo toda esa fortuna, porque ya él está cansado de que sólo le pidan, afortunada porque a veces no estoy en ningún lado de la balanza sino que depende de mí balancearlo todo; podría decir que no sé si soy o no soy una persona feliz, pero sé que cuando todo lo que me agrada se une y las casualidades son buenos motivos, lo demás es irrelevante y ahí recae la fortuna, la plena libertad de poder disponer de mi tiempo, de mi conocimiento y de tomar mis propias decisiones. S.'' 

-Soy una mujer bastante decidida, -le dije- ademas de honesta y confiable - se rió. Tendió su mano y luego de asentar con la cabeza me dijo que tenia las cartas que los niños habían escrito, con su letra a medio aprender, y el ciclo parecía evaporarse entre nuestras piernas. Le dije con bastante impaciencia y cierto tono de severidad en mi voz, que ellos no sufrían, que lo que sucedía era que yo no tenia tiempo, que estaba caminando a través de un campo repleto de minas, que lloraba porque no dormía, que mi amor por ellos se perdía y que estaba ahogándome en humo, caminando despierta en las noches, amaneciendo con los pies fríos, siendo victima del ''agujero, el hueco'' donde ella tiende su mano y me lanza cartas:

''No dejes que esto se convierta en un recipiente de pensamientos, deja que yo sea ese. Tengo que aprender a actuar, ante mucha cosa, te amo. P''

Por mi parte (como si fuera el) me acuesto con la cabeza entre sus piernas cruzadas, su cabello bailando justo arriba de mi frente, rozándome las sienes, como si estuviera acostada bajo un manto de estalagmitas, y veo sus ojos, (que son de ella) y me dice que en diciembre, cuando el tiempo parecía irse de mis manos cual corta despedida con su respectivo farewell kiss, yo estaba en primer plano mientras me describía cinematográficamente y que ella, (ahora si es ella) cuidaba de los niños, de los que sufren y lloran, de los que van en un auto y te escuchan gritar y te piden que por favor, Dios, por favor no te quedes en esa casa, por favor regálame la serenidad con la que llegabas antes y me decías que era el momento adecuado, que era hora de partir y te decía que pensaba que lo había soñado, lo que me dijiste en la mañana, que yo estaba en aquella fiesta el viernes en la noche y que por favor llegara a tiempo el domingo en la mañana; y no fue así.
Ya no me embriago como cuando te lloraba en las tardes, pero te llamo a las 12:00 p.m cuando se que vas a contestar y te canto tantas canciones al teléfono ''Her phone would not answer yeah, but she's still home'' al igual que cuando estabas aquí, y sigo viendo sus fotos (siempre las de ella) lo mucho que parecía ser para ti: grandes proporciones, colores crema que tienden a ser convencionales (lo convencional a veces es lo mejor) y lo poco preciso a nivel emocional, como decirte que si y que no pero al final terminan yendo, terminan rodeándose con los brazos, uno sobre el otro y evitando sincerarse consigo mismos, terminas tu (ahora si es sobre ti) diciéndome en un par de meses que la extrañas, que la amas y que por favor no haga a ese niño sufrir, que no le haga llorar, que debes ir corriendo tras ella, y yo, sentada sobre la cama a medio hacer, te veo con mis ojos llenos de lagrimas y deseo no haber vaticinado la despedida, no haberte dicho que si.
Los niños sufren por el desinterés, la indiferencia, la intolerancia y el poco tiempo, y sin darse cuenta siguen sufriendo hasta que tienen un rato ausentes (porque hasta para morir viven padeciendo) cuando se despiertan temprano los días en que pueden dormir hasta el atardecer, cuando piensan que no son como otros niños en lo que hacen, que no podrían crear ningún éxito, al darse por vencidos, al creer que no son valiosos y se dejan morir, así, como si iniciaran para no finalizar y se helaran como un pedazo de historia que se desarrolla en plena dictadura.
               
                                                                                                      S.P.

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