Anda, adelante.

Pelearte es un pecado. Valdría la pena... tenerte es la gloria.

¡Anda! ¡Adelante! Subestima mi tiempo, mis emociones, mi armadura, el cambio que he creado en él. Esto podría ser perjudicial para tu tiempo. No ha sido suficiente la armonía que nos hemos profesado ya que aunado a eso, estas 40 semanas han parecido pocas. No es un hombre roto, yo lo estoy componiendo, lo estoy consumiendo, estoy marcando su vida. Ya en múltiples ocasiones se ha dado cuenta de mi posible real procedencia, de mi verdadera fisonomía y de por qué hay objetos que mágicamente desaparecen o se difuminan en su mente. No es lo que piensas, no eres suficiente, él jamas permitiría eso: dejarte ahogar en tus creencias, ya que pelearlo es pecado pero yo estoy en la gloria.
Estamos en la gloria, él esta en la gloria. Sus gritos gritan placer, cuando solo quiere ver qué es. Sus lagrimas lloran dolor, cuando teme que yo no lo corresponda, cuando mis paredes se pudren y el cuarto se llena de polvo. Sus labios besan dolor, pero... él jamas te salvaría de ahogarte, pues solo canta con ella, y conmigo vive en insomnios.
No me subestimes, no me dejes de ver, que cuando llueve o lloran, nadie me deja caer. Su apellido es mio, su cuerpo también, sus pensamientos bailan con mis ganas, y nosotros nos dejamos perder.

Cuando te enfrentas con humanos es cuando mas humano puedes ser. No entiendo cómo pueden dejarse tanto enfermar entre sus propios lamentos, se ahogan, se victimizan pero ahí van... adelante.
Juzgar, querer y tener que saber, se tragan tanto la vida de otros que la suyas la dejan de postre, les cae mal y luego la defecan. ¡Para saber de mi ven y habla conmigo! no es necesario segundas opciones para poderte enterar cuando ella dejo de ser importante para mi, o cuando mis caballos se quedaron sin himen, mi nombre no es lo suficientemente clásico como para confundirse en tu boca y tus ideas de niñas con alas se empezaran a decolorar, ahí viene... adelante; serás la primera en llorar, en sangrar, en cantar: llueve ahora, llueve ya, siete sietes. nada por optar.
¿Sabes la verdad de la verdad? Ella no hallaba en quien poderse fijar... Yo no me considere un buen ejemplo, me aparte, me olvide de lo primordial: Cuando te enfrentas con humanos es cuando mas humano serás. Lo recuerdo ¡Como todo en mi vida! la ultima vez que la vi, era ella en su máxima expresión. Luego, después de mi partida y su estadía con otros cuerpos, al yo regresar ella solo quería lo miserable de mis días pasados, de mi desdicha inducida, de mi felicidad intermitente y de mis placeres sin etiqueta. Mis gestos, mis palabras, mis ideas, mis costumbres, cada mínimo detalle lo plasmó en su idea paranoica de jugar con mis entradas y hacerme dudar.
¿Sabes la verdad de la verdad? Ya en mi no hay inseguridad. Sé quien soy, que quiero y a donde voy, no necesitas saber de mi con tu ventaja de epifanías, con tu miedo por no verla volar... su vida es su problema yo sigo nadando sin parar... sin gracia, desgraciada.

Juguemos a que dejas de respirar y luego cuando llueve mas que nunca solo yo te puedo salvar. Tenerte es un pecado, una tragedia sin más, sin menos, sin nadie quien la quiera contar. Vivan nuestros sietes y sus historias que siempre tienen final.

Tergiversado.

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