Tu, tu y siempre tu.


Ella, ella y siempre ella será la indicada para él, pero el jamás se dará cuenta de ello. Él, él y siempre el será el chico de sus sueños con finales cumplidos, y sin una mamá que se los interrumpa en la mañana. Ellos, ellos y siempre ellos serán el perfecto ejemplo de lo relativo del tiempo y lo perfecto del ambiente, cuando sus alientos se mezclan en lo perdido de una posible ilusión en el medio de la nada.
Ella, ella y siempre ella será la chica de cristal, esa que hace su base de estudios y días aboyados de trabajo, y cuando sucumbe ante lo difícil del presente, se quiebra de la manera más trágica. Él, él y siempre el será el chico que disfrutara de sus exquisitos rincones jamás descubiertos, pero que jamás la podrá juzgar del todo porque nunca trato de conocerla. Ellos, ellos y siempre ellos serán el perfecto ejemplo de cómo se debe mentir y enredar para llevar a un cuerpo a la cama, y una mente al laberinto de la ilusión.
Ella, ella y siempre ella será la que llevara una mirada perdida en lo más profundo de sus recuerdos, de aquellos días cuando su felicidad giraba en torno a él. Él, él y siempre el será el que fue amado, odiado, superado, y olvidado. Ellos, ellos y siempre ellos serán un pasado triste e irreal que jamás se convirtió en una realidad bonita.
Ella, ella y siempre ella fue esa chica entregada del todo, esa que jamás pensó dos veces antes de sentarse a ver las nubes pasar en la profesión de esperar a quien realmente amaba. El, él y siempre él fue el que la condujo a los caminos de la perdición llevándola hacia el infierno, con la excusa de que allá abajo la compañía no debe ser tan mala. Ellos, ellos y siempre ellos fueron el color purpura en lo profundo del agujero negro de aquella tormenta que nunca parecía tener fin.
Ella, ella y siempre ella fue esa chica que acepto humillaciones en una mañana que le aguardaba deseos de una noche llena de caricias. El, el y siempre el fue ese patán que jamas le dio color a las paredes de las posibilidades en blanco y negro, en cada sueño de ellos, ellos y siempre ellos.
¿Sientes que das demasiado?, ¿qué tropiezas con la misma piedra conocida, y no la hechas a un lado sino que la mantienes ahí?, ¿continuas hiriéndote?, ¿continuas siendo tu, tu y siempre tu? 

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