Oasis.
Ya llegue a la etapa de la que todos hablaban, esa que me tenia confundida y para la cual creí estaba preparada. La cosa no es como era antes, ya la pregunta no se formula con el típico ''¿Qué quieres ser cuando seas grande?'' ahora, te asfixia mas con su ''¿Que quieres estudiar?''.
Creí que tenia todo en claro, y que luego de haber pasado por tantas y tantas propuestas a mi misma, terminaría eligiendo una de todas las que pensé. Primero eran Artes escénicas, luego Publicidad, después Comunicación Social y ahora vuelo entre tantas porque las otras no me gustan.
Le temía a todo esto que estoy viviendo ahora, y ¡fíjate! solo hay que dejarlo fluir. Pero, esto que vivo es algo ya premeditado, no por mi, sino por el protocolo. Esta montaña de decisiones que se avecina la veo como algo tan personal, es que siento que alguien espera algo grande de mi, y si, soy yo misma.
No quiero pasar importantes años de mi vida estudiando algo que simplemente no vaya a ser de mi agrado en el momento de ver atrás y no tener manera de devolverme.
Pienso que hay muchos factores que afectan la repercusión de mi decisión en torno a las posibilidades de empleo, el dinero que éste produzca, ¡tantas cosas!. Y es que en Venezuela parece que si no vives de algo ilegal simplemente el éxito es escaso. Es contradictorio si, como mucho lo es. Pero creo que desde la perspectiva que tengo es todo lo que alcanzo a ver; parece mas fácil vender marihuana que joderse 5 años para ser profesor, y obtener un miserable sueldo que no es suficiente. ¿No se supone que debería ser mas fácil? Quisiera ser profesora de castellano, me parece realmente una carrera noble y una acción bastante grata esa de aprender para enseñar y seguir aprendiendo, pero, todos quisieran vivir bien mas allá de lo espiritual.
Y si, estoy consciente de que mil veces preferiría ser una profesora mal pagada que alguien que lleva acabo acciones ilegales. Lejos de esa laguna, mi miedo radica en un solo eco emitido por el gran grito de ¡no quiero ser una fracasada!. Creí que estaba a gusto con lo que había decidido, pero de nuevo la ola de ''eso no, mejor esto'' acaba de atacar. Algunos me dicen que aun es temprano para preocuparme, pero solo me quedan un par de meses para separarme de lo habitual, para entrar a eso que siempre quise: mi libertad.
No pienso ser alguien joven repleto de euforia por la vida, y escuchar un ''mientras vivas en el techo de esta casa, ta, ta, ta,'' tampoco pienso irme, pero si independizarme, lo cual es diferente. Quiero una vida que lejos de ser exitosa por un titulo en la mejor universidad de Venezuela, o con la palabra ''Medicina'' o ''Ingeniería'' simplemente me haga sentir feliz; no quiero ser ese o esa de los libros y las reflexiones de Paulo Coelho, ese que no hace lo que quería mientras es eso que nunca quiso ser, no quiero decir que soy feliz solo por los momentos buenos, sino que en cada lagrima se encuentre un poco de mi felicidad.
Antes, a mis 12 años solo hablaba de mis 16, 17, y me veía a mi misma en otro país siendo una Hannah Montana frustrada, o en caso contrario, a una chica que estudia para sobrevivir y que solo esta encerrada en su casa escribiendo entradas en un blog que pocos ven. Ahora, solo alcanzo a ver el momento en que inicie el largo camino que implica estudiar en una universidad, porque en serio, lejos de esa vista lo demás esta muy desenfocado. No tengo la perspectiva de hijos, boda, casa con perro, no, en definitiva eso no lo alcanzo a ver. Quiero hacer historia, no una que todos deben o tienen que saber, sino una que simplemente sea mía y que en cada idea separada por una coma se halle un poco de todo.
Esperando el futuro.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Qué opinas? Deja un comentario.