En respuesta a...


Jueves 14 de Febrero, 2013.

No le doy respuesta al silencio, debido a que a veces luego de perder la luz me acostumbro a callar; es mejor, mucho mejor. Jamas mi intención fue llegar a lo que hoy llegamos: tocar la puerta y no entrar.Pero ¡detente! no es mi puerta, y yo jamas toque. Mis palabras pixeladas y los kilómetros de distancia que nos separaban, fueron suficientes para que el silencio se apoderara de mi. No es orgullo, no es soberbia, la verdad; no es nada. Exacto, nada. Jamas sentí nada mientras tu lo sentías todo, y estaba consciente de ello por eso decidí desde el primer "hola" a ser sincera conmigo misma y luego con los demás,  ¿cuantos no han sufrido con mentiras? ¿cuanto no he sufrido por mentiras? ¿para que contribuir con lo mismo?
Fui honesta, mas de lo normal, tanto así que sentí que en algún momento sufriste por mi sequedad, mi frialdad, mi miedo irracional hacia los demás debido a las malas experiencias con hipócritas y mentirosos. Pero si no me importabas en lo absoluto ¿por que me dolería decirte la verdad? no tenia que abrirme plenamente, ni confiarte mi pasado y mi presente, solo debía ayudarte por lo que en ese momento pasabas; sabia que era difícil debido al tipo de mujer que se trataba, entiendo que darlo todo por ella y recibir una patada como regalo, te hace gritar mas que nada. Quizá alejarse es de cobardes, pero ¿cuando lo dejaste todo en el terreno no es mejor irse con el poco de dignidad que queda? ¿que harás allí? ¿disculparte con el enemigo porque fuiste presa fácil de lastimar?
Me tome todo el tiempo para analizarte, pensarte y estudiarte, pues tu ingenio superaba los niveles de mi conocimiento y créeme, explorarte fue lo mejor. Cada palabra, cada gesto, cada sonrisa fue real, pues eras como agua luego de la sequía.
El día de la entrega pensé -Esto no es lo habitual. ¿Una carta? ¿Para mi? En estos días cuando pocos se dignan a tomarse un tiempo para expresar lo que sienten lejos de chocar los dedos con el teclado, al menos la escribió. Sentí por un momento un vació en el estomago, seguido de una tembladera muy poco normal. Me senté y la leí pasiva y meticulosamente, tuve que repetir la lectura pues gracias a la primera reacción me quedaron ciertos rastros invisibles de dislexia. Pensé ¿amor? ¿deseo? ¿que mierdas es esto? ¿quien seria? no me tomo ni 10 minutos deducirlo, pues para ese entonces pocas personas eran relevantes en mi vida y solo una podría escribirme y hablarme de amor. Pase el día desconcertada, pensando si lo que había sospechado era real, dude de mi misma pero al fin y al cabo mi intuición me llevo a la persona correcta: Tú.
Nuestras vidas no están dispuestas a encontrarse de nuevo; fuimos amigos, pero mis puertas no quieren ser abiertas por ti, no puedo negar que echo de menos tu presencia pero si la decisión de irte fue tuya ¿para que quieres volver? una vez esparcidas las estrellas nadie nunca las pudo recoger.

Desconozco a quien quiso irse, regreso y aun está. Las personas toman decisiones y las decisiones forman a la persona.

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