Cascanueces
Hay una cesta en el baño de un amigo que siempre veo cuando voy a cantar, y pienso que si me preguntaran acerca del desdoblamiento astral y los frecuentes ataques de pánico cuando los Dejavus vienen seguidos, honestamente reflexionaría que eso es valido, corazón, pequeña, tan delicada y bonita. Te veo desde afuera, y siento como el cabello se mueve en tu espalda, mi espalda, y que te ríes con la cabeza metida entre las rodillas, las palmas de las manos en tus pómulos, y sé que ves la canasta, elemento necesario para recordar si fueron dos, o si fueron tres, pero que seguramente (eso es así) no fue uno. A veces soy o a veces eres tan Patricia, Laura, Lorena, yo creo que Esmeralda, pero tienes un poco de Luisa, a veces tan María (todas son María, sobre todo en la mañana) cuando te mueves entre los chicos, creando colisiones, cual planetas (lo que temes) y esos muchachos que parecen tus primos, mis primos (recuerda los discos de vinilo de reggae, en pleno año 99) peleándose entre si p