Taipei 101.
Es como si estuviese a merced de lo desconocido, como en frente de un seco manojo de cambios (como si pueda materializarlos) y dejara que cada aspecto que en su momento me llevo a conocer la amargura tras estar frente al firmamento, fuera poco a poco, y de manera imprecisa, llevándose la cotidianidad de aquellos días cuando te citaba a Ruben Dario, y veía en ti la posible sombra en el desierto de los días, para que me llevaras a tu encuentro y con canciones que no me gustan, me hicieras dejar de contar los días. Si supieras, el desconsuelo con el cual te hable el otro día, no es mas que un poco de lo que contengo luego de cada aroma que viene y baila en mi cerebro, causando tanto desdén, hacia ti, hacia todo eso que yo llamaría ''eso'' solo por no tomarme el tiempo a explicarlo, a buscar las palabras adecuadas para describirlo, como si todo lo que supiera, o persuado a mi misma de saber, fuese un montón de símbolos que juntos o separados no tienen sentido alguno; te