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Mostrando las entradas de noviembre, 2014

Esas mujeres tan bellas.

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Debieron haberme dicho que todo seria un fiasco, así probablemente me iba a donde las morochas y me servia otro poco de vodka, tu sabes, para pensar en ti sin tener que arrepentirme mientras tanto. Ya van ocho días sin verte, 7 lunas sin llamarte, y probablemente una infinidad de espacio que sera imposible ocupar. Al principio me hallaba iracunda ya que poco parecía importarte, ella sabe, buscarme como antes, llamarme como ayer. Al cuarto día llegaron las luces del otro extremo del cuento y ninguna indicaba que esto terminaría bien, dormía queriendo dormir y mientras todos cerraban las ventanas yo me quedaba sin respirar, hundía el dolor de cabeza en mis manos y creía sentir el olor de tu cuello cuando despertaba, para luego reconocer que como antes, y como siempre, yo estaré esperando demasiado de ti y tu estarás allí sintiéndote inepto, pero dejándote llevar por la situación. Es como antes, sabes ¿no? cuando pertenecía al mundo de los frágiles (cuesta respirar) y entre tardes disc

Grado II.

Mi mama y yo solíamos vivir en una casa muy bonita ubicada a tan solo unas calles de la escuela a la cual siempre quise ir, honestamente era una casa muy pequeña, un sillón lleno de pequeños cojines daba hacia la ventana, a su lado, una rustica mesa donde durante muchos años estuvo una foto de nosotras en el parque de diversiones (se llama Divertiland) y casi más por obligación que por conveniencia, un pequeño espacio manchado con los rastros de todas las tazas de café que acompañaban sus ceniceros verdes. Mi mama siempre ha tenido una exagerada inclinación hacia los objetos particularmente un poco rústicos y usados, así que además de aquel viejo sillón, también habían sillas con uno que otro pedazo roto, o cojines color rojo que no combinaban para nada con la alfombra verde que un día tomo de la casa del vecino con la excusa de lavarla pues tenía mucho polvo. Todas las mañanas poco antes del amanecer, iba a despertarme con el típico pan con mantequilla y una taza fea de café con le