Esas mujeres tan bellas.
Debieron haberme dicho que todo seria un fiasco, así probablemente me iba a donde las morochas y me servia otro poco de vodka, tu sabes, para pensar en ti sin tener que arrepentirme mientras tanto. Ya van ocho días sin verte, 7 lunas sin llamarte, y probablemente una infinidad de espacio que sera imposible ocupar. Al principio me hallaba iracunda ya que poco parecía importarte, ella sabe, buscarme como antes, llamarme como ayer. Al cuarto día llegaron las luces del otro extremo del cuento y ninguna indicaba que esto terminaría bien, dormía queriendo dormir y mientras todos cerraban las ventanas yo me quedaba sin respirar, hundía el dolor de cabeza en mis manos y creía sentir el olor de tu cuello cuando despertaba, para luego reconocer que como antes, y como siempre, yo estaré esperando demasiado de ti y tu estarás allí sintiéndote inepto, pero dejándote llevar por la situación. Es como antes, sabes ¿no? cuando pertenecía al mundo de los frágiles (cuesta respirar) y entre tardes disc