Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2014

Me quedo contigo.

Imagen
Y es que suena tan exquisito, delicado, tan sencillo; todo es natural, resulta ser muy tenaz, eso me envuelve en una infinita atmósfera de comodidad ¿no? un lugar, una hora, y ahí vamos, cada uno al encuentro de... Suelo sentarme a pensar cómo logre involucrarme de esta manera, cómo logre tomarme el atrevimiento de ser un poco atrevida y de arriesgarme a simplemente sentir de nuevo todo aquel montón de nubes rozar mi cara, el cielo azul directo a mis labios y sugerir quedarnos aun cuando sé que al día siguiente dispondré de una excusa para verle. El dolor es irreversible, un poco pesado, pero logro discernir lo correcto de lo inadecuado y lo sé ¿no? aun es posible retroceder, aun puedo evitar llegar tan alto, tan alto, demasiado alto, a tal punto donde hayan muchísimos campos de flores y donde repose mi perfil, vuelva en si y no sea tu cuerpo. No lo logro imaginar ¿ahora qué le diré? que todo aquel baile fue un esfuerzo en vano, que tu y yo somos dos estrellas fugaces, las sirenas d

Tenemos 15 años.

Mía. Por Rubén Darío. Mía: así te llamas. ¿Qué más harmonía? Mía: luz del día; Mía: rosas, llamas. ¡Qué aromas derramas en el alma mía, si sé que me amas, ¡Oh Mía!, ¡Oh Mía! Tu sexo fundiste con mi sexo fuerte, fundiendo dos bronces. Yo, triste; tú triste... ¿No has de ser, entonces, Mía hasta la muerte? Y cada vez que me acuerdo de ti (pasa muy a menudo) , me acuerdo de lo que sentía, de estas ganas desenfrenadas por amarte tanto, por abandonarlo todo y regalarte cierta parte de mi que sé que te pertenece, convertir tu nombre en poesía, regalándole a las flores un poco del aroma tan peculiar que dejas en mi cuerpo cuando me abrazas, ya que ninguna flor podría igualar las reacciones de mi cuerpo al defenderse de lo irresistible de tu mirar, o de la forma en que frunces el ceño porque la situación no va como lo planeabas, cuando no sé que piensas (quisiera saberlo) y citas alguna canción estúpida mientras realizas aquel movimiento de manos tan particular, ¡Dios! no s