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Mostrando las entradas de junio, 2014

Así como tu cuerpo.

Salimos los viernes, los martes y los domingos. Dices que te gusta; los movimientos circulares, la marcas en la noche cuando otra estúpida llora en la mañana. Gritabas, necesitabas atención, alguien para llamar cuando la luna no se veía desde la ventana, alguien en quien confiar porque esa misma luna tiende a ser una hipócrita; y ahí estabas, con esos movimientos circulares. Tomabas dos trenes para llegar al encuentro, me encanta que seas así de puntual; ninguno espera más, ninguno espera menos; no eres tan morena como dices, como dijiste el otro día cuando tenia tu ropa en el suelo, tu cuerpo en el...  ¿por que justo ahora te vas a arrepentir? basta de negar la atención que tanto ''necesitabas'' y mejor acostúmbrate, hay sietes mejores que otros.  Tomo tu mano a todo momento (dijiste que lo ansiabas) te llamo si tu no lo haces, aun si lo prometiste (dijiste que necesitabas atención) damos dos vueltas al parque los viernes, visito a tu familia los martes y los domin

Retorcida y Desquiciada.

¿Y que mujer no querría eso? - le dije. Lo note afligido, un tanto molesto, probablemente por la situación en que se hallaba y no tanto por mis banalidades. Pero era así,  ¿que mujer no querría eso? qué mujer no querría ser motivo de locura, de amor, motivo de todo eso que impulsa al hombre a transformar a la mujer en poesía, en arte, un arte que halle en la mujer una imagen que supere su propia divinidad, convirtiéndola así en una fantasía sublime. Piénsalo, vamos, piénsalo, qué mujer no querría ser descrita como todas aquellas que una vez fueron vistas con tenues luces, con vientos jugando en su cabello, con ojos perdidos en la penumbra de un cuarto, con labios posados en un mundo ininterrumpido de un canto celestial que a descripción de otra mujer resultaría inefable. Me limito y aliento al pensar que es así, que cada hombre otorga a una mujer una característica propia de su andar, de su estancia en cualquier lugar, del hálito que deja al pasar a su lado, y los deseos que ocultan s

Oruga.

Fiel hasta la mue rte ,  Apocalipsis  2:10 ¡Ay mujer! ¡ay mujeres! gracias a ti, gracias a ella, por culpa tuya, por culpa de ella, ¡cómo te extraño!, ¡cómo te amo! podría... Es una verdad universalmente reconocida que cuando un aspecto de tu vida empieza a ir bien hay otro que va desastrosamente mal . -   El Diario de Bridget Jones .  Por ella (en algún momento del 2013) :  A ún lo recuerdo con suma claridad y guardo en mi memoria claramente lo que sentí al ser testigo del inicio y el desenlace de una vida tan pequeña.  Suelo caminar por algunos sitios que me traen recuerdos, el que más me llena de esos “sentimientos encontrados” es una vieja casa descuidada, en un paseo por este hermoso lugar, disfrutando del silencio tan ruidoso que causa este sitio en mi, tropecé con algún objeto  y caí, no sentí dolor alguno para ser sincera, en ese momento solo me invadió la curiosidad al apreciar un pequeño regalo de la naturaleza que estaba allí en el suelo, solo y silencioso. Los anima