Tu, tu y siempre tu.
Ella, ella y siempre ella será la indicada para él, pero el jamás se dará cuenta de ello. Él, él y siempre el será el chico de sus sueños con finales cumplidos, y sin una mamá que se los interrumpa en la mañana. Ellos, ellos y siempre ellos serán el perfecto ejemplo de lo relativo del tiempo y lo perfecto del ambiente, cuando sus alientos se mezclan en lo perdido de una posible ilusión en el medio de la nada. Ella, ella y siempre ella será la chica de cristal, esa que hace su base de estudios y días aboyados de trabajo, y cuando sucumbe ante lo difícil del presente, se quiebra de la manera más trágica. Él, él y siempre el será el chico que disfrutara de sus exquisitos rincones jamás descubiertos, pero que jamás la podrá juzgar del todo porque nunca trato de conocerla. Ellos, ellos y siempre ellos serán el perfecto ejemplo de cómo se debe mentir y enredar para llevar a un cuerpo a la cama, y una mente al laberinto de la ilusión. Ella, ella y siempre ella será la que llevara una